diumenge, 17 d’agost del 2008

Agosto, un mes cualquiera

Agosto siempre ha sido el punto de inflexión del año. El momento más esperado donde casi todos salen de vacaciones e incluso el ayuntamiento de Barcelona te perdonaba la factura de aparcamiento.

Un mes para disfrutar de la ciudad casi en exclusiva, por que los turistas no llegan a rellenar el vacío de gente. Más de cuatro semanas en que has de sufrir insana envidia a base de compartir el tren de la mañana al trabajo con multitudes de ociosos camino de la playa.

Magda, en cambio, nunca había vivido esto desde que el destino la trajo de Bogotá. En Colombia, al no verse condicionados por un mes de insoportable calor en mitad del año, organizan su ciclo anual de una manera bien racional: el año termina cuando termina. El 31 de Diciembre.

Estos días, para cualquiera que salga a la calle es evidente que estamos de vacaciones. O más bien se podría decir que el país entero cierra hasta primeros de Septiembre. Y no me extraña, pues con el calor que hace en Agosto no hay quien trabaje.

En cambio, mi sobrino colombiano dice que es justo ahora que empiezan el curso. Y es que allí Agosto es un mes cualquiera, ni más ni menos. Y aún diría m'as: allí las estaciones del año se las tienen que imaginar. Vale, tienen invierno y verano, es decir, calor con lluvia y calor sin lluvia. Y esto, quieras o no, afecta de una manera que si no se vive en primera persona no hay forma de entenderlo.

- La moda: En Colombia no tienen necesidad de ir cambiando de temporada. La gente, especialmente los más fanáticos de modas y tendencias, no han de hacer esa cosa tan extraña que aquí llamamos "cambio de armario". Los cambios de tendencia son mucho más suaves y, de hecho, la ropa dura mucho más (en gran parte por que el textil colombiano es de una calidad excelente)

- Vacaciones: las fiestas de navidad son muy importantes (como mínimo socialmente, seas creyente o no) y siempre te verás hasta obligado a poner uno días de vacaciones en estas fiestas. Pero también acabarás haciendo vacaciones en verano (no hay quien aguante el calor y el bochorno). En cambio, los colombianos pueden, sencillamente, hacer fiesta grande en navidades y fin de año.

- Año nuevo: sí, es cierto, el 31 de Diciembre es fin de año y todos de fiesta. Pero es realmente en Agosto cuando se paraliza todo y cambiamos realmente de año (o de ciclo). Intentad imagiar en cambio un colombiano intentando hacer negocios con Cataluña reclamando un servicio en pleno Agosto.

- Las horas de sol: nosotros hemos de pasar cada año por el depresivo proceso de ir perdiendo paulatinamente luz solar hasta llegar a los fatídicos días de invierno en que ya es noche cerrada cuando sales del trabajo.

- El nombre de las horas: id a Bogotá y, hacia las 20:00, preguntadle la hora a alguien. Os dirá "las 8 de la noche" por que allí, a esa hora, siempre es de noche. Aquí, en cambio, siempre decimos "las 8 de la tarde" por que al menos durante la mitad del año nos cae un sol de justicia incluso a estas horas.

- El ciclo estacional: dicen que Bogotá pasa por las cuatro estaciones en un solo día (un frío helado de madrugada a un sol que te abrasa a plomo el mediodía, y eso sin entrar en los aguaceros) pero sin apenas cambios en las temperaturas a lo largo del año. Aquí en cambio pasamos cíclicamente de los bermudas al abrigo. Y no falta el familiar que, con toda la buena intención del mundo, te regala un jersey (saco) en pleno Agosto, o aquellos organizadores de la marcha del 4 de Febrero pidiendo que vistiésemos camisetas blancas, o unos artesanos que nos querían convencer del buen negocio que haríamos distribuyendo complementos de playa... en Diciembre!

Resumiendo, que hay que vivirlo.

dijous, 7 d’agost del 2008

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